Nepal enfrenta una grave crisis tras las intensas lluvias que han provocado inundaciones y deslizamientos de tierra en todo el país.
Estos sucesos han dejado al menos 126 personas fallecidas y 63 desaparecidas. Las autoridades locales informaron que varias aldeas han sido arrasadas y miles de personas han sido desplazadas debido al desastre natural.
Las operaciones de rescate continúan, pero los equipos de emergencia enfrentan grandes dificultades debido a la magnitud de los daños y la inaccesibilidad de ciertas zonas. Las lluvias han causado graves interrupciones en las comunicaciones y el transporte, lo que complica aún más los esfuerzos de ayuda.
El gobierno nepalí ha declarado estado de emergencia en las áreas más afectadas y ha solicitado ayuda internacional para hacer frente a la situación. Varios países y organizaciones humanitarias han comenzado a enviar asistencia en forma de suministros, personal médico y equipos de rescate.
El primer ministro de Nepal instó a la comunidad internacional a apoyar al país en estos momentos difíciles y destacó la importancia de estar preparados para futuros desastres naturales, dado que Nepal es particularmente vulnerable a este tipo de fenómenos.