El Papa Francisco se reunió en Bélgica con un grupo de víctimas de abuso sexual cometido por miembros de la Iglesia.
Durante la emotiva reunión, el pontífice escuchó testimonios desgarradores y ofreció palabras de consuelo y apoyo a las víctimas, quienes sufrieron abusos a lo largo de los años por parte de hombres de la Iglesia. El Papa destacó la valentía de quienes han decidido hablar.
Francisco elogió la labor de aquellos que han estado al lado de las víctimas, ayudándolas a transformar el dolor en acciones positivas. Según el Papa, el acompañamiento y el apoyo son esenciales para que las víctimas puedan superar la rabia y el sufrimiento que estos actos les han causado. “La compasión y la cercanía son fundamentales”, señaló el pontífice.
La Iglesia Católica ha sido criticada en repetidas ocasiones por la forma en que ha gestionado los casos de abuso sexual, y Francisco ha insistido en la necesidad de una mayor transparencia y acción para reparar el daño causado. Este encuentro es parte de un esfuerzo continuo del Papa por limpiar la imagen de la Iglesia y, sobre todo, apoyar a las víctimas.
Al concluir el encuentro, el Papa Francisco subrayó que la lucha contra los abusos debe ser un compromiso continuo de la Iglesia, y reiteró que no habrá espacio para la impunidad en estos casos. La reunión fue vista como un paso significativo en la reconciliación de la Iglesia con las víctimas.