En un evento que ha generado polémica, un empresario chino se comió un plátano pegado a una pared, el cual formaba parte de una obra de arte contemporáneo valorada en 6.2 millones de dólares.

La obra, titulada Comedian y creada por Maurizio Cattelan, consiste en un plátano adherido a la pared con cinta adhesiva. El empresario afirmó que tenía hambre y decidió comerse el plátano, restándole importancia a su valor artístico.

El equipo del museo reaccionó de manera mixta: algunos consideraron el acto como una forma de performance, mientras que otros lo calificaron como una falta de respeto. Pese a esto, el plátano fue reemplazado poco después, ya que la obra está diseñada para ser efímera.

El incidente ha generado debate sobre los límites del arte contemporáneo y la relación entre el valor económico y la percepción artística. Mientras unos lo consideran un acto provocador, otros creen que resalta el carácter irónico de la obra original.

Este evento demuestra cómo el arte contemporáneo sigue desafiando las convenciones y cuestionando qué define el valor de una pieza. A pesar de la controversia, Comedian sigue siendo una obra icónica en el mundo del arte.