“Los fantasmas son culpas, los fantasmas son secretos y fallos. Pero en la mayoría de los casos, en la mayoría de los casos un fantasma es un deseo.”

Hace casi dos años ya que apareció en el catálogo de Netflix y quizás por ello no sea sorpresa para muchos hablar de la genialidad de esta serie. The Haunting of Hill House se estrenó en octubre del 2018 recibiendo numerosas críticas favorables desde su estreno resaltando el guion, la actuación y como producción en general.

Actualmente ya se confirmó una segunda temporada donde se narrarían los sucesos de otra casa embrujada de nombre “The Haunting of Bly Manor”.

¿Pero exactamente qué es lo que hace a esta serie destacar dentro de tanto contenido novedoso de calidad que actualmente está estrenándose?

Para empezar tenemos que hablar del hecho de que aunque es una serie de horror, los “sustos” son escasos y son bien ejecutados, se enfoca en la ambientación y en la interacción de sus personajes en el entorno y entre ellos. Es decir, hay mucho suspenso, mucho drama y sobre todo, tensión.

Es una serie corta y finita. Con diez capítulos, “The Haunting of Hill House” lleva una historia a su propio ritmo que no deja ningún cabo suelto y se esfuerza por justificar la relevancia de cada uno de los personajes involucrados en ella. Con satisfacción podemos terminar la primera temporada sabiendo que en efecto la historia ha llegado a su fin (cabe mencionar que la siguiente temporada narrará los sucesos de otra historia, habrán “cameos” de personajes de la primera temporada pero ya no se tratará la historia sobre ellos.).

Pero quizás lo que más resalta es lo bien desarrollados que están los personajes: la familia Crain (los protagonistas de esta temporada) tienen personalidades bien marcadas que sustentan y justifican sus acciones y comportamiento durante los sucesos de la historia. Refrescantemente, aunque la trama es acerca de una casa embrujada, las interacciones de los personajes y los problemas personales que cargan se sienten reales y relevantes, dando respiros del aspecto sobrenatural de la serie y creando empatía por los Crain.

“The Haunting of Hill House” es una clara muestra de que el género de horror no es solo para provocar brincos del asiento, de que ejecutando bien una trama como ésta se pueden evocar sentimientos más allá del miedo, y que los fantasmas son más personales que sobrenaturales.

Autor: Jorge Luis Almaral Martínez
Escritor y ludólogo, amante de los videojuegos y las buenas historias.

Colaboración original para www.Tenemosquehablar.com.mx