Rubén Rocha y el ecocidio de la Bahía de Ohuira

Rubén Rocha y el ecocidio de la Bahía de Ohuira

Era la entrega del galardón “Ciudadanos ejemplares en el Mundo” que otorga el CODESIN, ahí de la nada en medio de los elogios a los ganadores, el gobernador Rubén Rocha Moya, comenzó su avanzada narrativa, asegurando que muy pronto en Sinaloa, se construirá la planta de fertilizantes en Topolobampo.

 

 

LA CÁTEDRA 

Por: Mario Kato

 

 

En primer lugar hay que aclarar que no se trata de una “Planta de Fertilizantes”, sino de una Planta de AMONIACO, una sustancia altamente tóxica para cualquier ser vivo. El argumento es que los insumos del campo son muy caros y construir dicha planta favorecería a tener AMONIACO más barato.

Que el gobernador hablara en futuro indicativo dando como un hecho que la planta se va a construir es algo que debe preocuparnos por muchas razones, pero principalmente porque deja al desnudo algo que hace tiempo se sabía, el gobierno está operando a favor de la planta propiedad de Gas y Petroquímica de Occidente (GPO).

 

 

La planta pretende instalarse en la Bahía de Ohuira, clasificada como sitio RAMSAR, es decir, un área natural que debería estar protegida por el gobierno mexicano, debido a su rica biodiversidad, que tiene animales y plantas en peligro de extinción o con una fuerte amenaza de subsistir.

Esa poderosa razón sobra y basta para cancelar el proyecto, pero “poderoso caballero es Don dinero” diría el poeta Francisco de Quevedo, primero fue el gobierno Panista – Perredista de Mario López Valdez, el que se aferró a dar todas la facilidades a GPO, pero un amparo de valientes activistas logró parar la construcción de la planta.

En la administración anterior de Quirino Ordaz Coppel, pasó poco y nada con el asunto, pero con la llegada de la Cuarta Transformación a Sinaloa, que se dice de izquierda y por lo tanto ecologista, se esperaba la eliminación del proyecto.

Lamentablemente ha pasado todo lo contrario, hubo una supuesta consulta ciudadana en la que los operadores políticos de MORENA, acarrearon a cientos de personas para que votaran a favor de la planta, personas que viven a decenas de kilómetros de la zona afectada, como lo son las comunidades del municipio El Fuerte y Juan José Ríos.

También vino la suavización del discurso, por parte del presidente Andrés Manuel López Obrador y del Gobernador Rubén Rocha Moya, sobre los daños que la planta puede causar al ecosistema de la Bahía de Ohuira.

El colmo llegó en vísperas de este 2023, cuando ya el gobernador abiertamente con el pretexto del desarrollo y los insumos del campo, habla no solo a favor, sino que anuncia que la planta reiniciará su construcción.

Otro argumento sencillo para que el señor gobernador se abstenga de anunciar la obra ecocida, es que su legalidad aún está en manos de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, quien no ha resuelto el fondo del amparo promovido por los indígenas y habitantes de Topolobampo, ellos sí, afectados directamente.

¿Por qué un gobierno que se dice de izquierda apoya abiertamente un proyecto neoliberal y ecocida? ¿Respetará el gobierno de Morena la resolución de la corte si es contraria a la construcción de la planta? Esperemos que el Poder Judicial actue con JUSTICIA y que el ejecutivo entienda que su obligación es velar por el bien del estado y no por el bolsillo de unos cuantos extranjeros y políticos corruptos que son sus cabilderos.

 

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Profesor Mario Kato
https://www.facebook.com/profemariokato

(Fotografía de portada: Colectivo Ecológico AQUÍ NO /  https://www.facebook.com/profile.php?id=100064811316152  )

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