Según un estudio realizado por la Universidad de Vancouver en Washington, las personas que viajan con frecuencia son más felices que las que no lo hacen.
Es verdad que el turismo es una excelente manera de escapar de la rutina, encontrar la felicidad y crear nuevos recuerdos que podremos compartir con futuras generaciones.
“Mientras que algunas cosas como el trabajo, la vida en familia y los amigos juegan un papel más grande en las investigaciones sobre bienestar, la acumulación de experiencias de viajes tiene un pequeño pero destacado efecto en la pecepción propia de satisfacción”, comentó Chu-Chu Bamboo Chen, quien es profesor de la School of Hospitality Business Management y quien es encargado de dirigir el estudio.
Un estudio llevado a cabo en Taiwán con 500 participantes demostró que las personas que viajaban con más frecuencia, es decir, a más de 120 kilómetros de su lugar de residencia, eran un 7% más felices que aquellos que se quedaban en casa. Además, se observó que compartir las experiencias de viaje con personas que tienen intereses similares aumenta aún más la felicidad de los viajeros.
Viajar con frecuencia puede mejorar nuestra salud en diferentes aspectos. Según un estudio, las mujeres que viajan al menos dos veces al año tienen menos probabilidades de sufrir un ataque cardíaco que las que viajan con menos frecuencia. Además, los hombres que no toman vacaciones anuales tienen un 20% más de riesgo de morir. Además, después de tomar un descanso de viaje, las personas informan sentirse menos ansiosas, más descansadas y de mejor humor. Este efecto positivo puede durar varias semanas. También, viajar nos expone a experiencias culturales y sociales diferentes a las de nuestra vida cotidiana, lo que puede estimular nuestra creatividad.
Fuente: WOKII