Según una nueva investigación realizada en China, consumir papas fritas podría estar relacionado con sentimientos de tristeza y depresión. aquellos que consumen alimentos fritos, especialmente papas fritas, tienen un riesgo de ansiedad un 12% mayor y un riesgo de depresión un 7% mayor en comparación con aquellos que no los consumen.
Los expertos señalan que el aumento en el riesgo de ansiedad y depresión en quienes consumen alimentos fritos, particularmente papas fritas, podría deberse a la presencia de acrilamida, una sustancia química que se forma durante el proceso de fritura.
A pesar de que la acrilamida y su metabolito Glicidamida se han identificado como sustancias genotóxicas y carcinogénicas, los expertos de la EFSA (Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria) han concluido que los niveles actuales de exposición a través de la dieta no suponen un problema de salud para la población en general. Sin embargo, se sugiere que para los niños pequeños con una alta exposición a través de la dieta, esta situación podría ser motivo de preocupación.
Asimismo, se descubrió que los individuos que consumían comida frita con regularidad y en porciones superiores a una, eran principalmente hombres jóvenes.
La situación podría ser diferente: las personas que sufren de ansiedad y depresión tienden a consumir con más frecuencia alimentos considerados como “comfort food” (ricos en grasas y azúcares) como un intento de encontrar cierto alivio.
La investigación sugiere que esto tiene una lógica, ya que consumir alimentos poco saludables y tener una dieta desequilibrada pueden afectar el estado de ánimo y empeorar las condiciones de salud mental.
FUENTE: media.hey.inc