Estos recientes descubrimientos han generado más dificultades para la empresa, que ya se encuentra afectada y enfrenta críticas crecientes debido a los resultados de búsqueda y a dos demandas antimonopolio en curso.
Según un informe del Wall Street Journal, se ha revelado que los anunciantes de YouTube podrían haber sido defraudados en miles de millones de dólares. Parece que se les ha cobrado de más y los posibles reembolsos podrían resultar en una pérdida financiera para Google.
De acuerdo con la información recopilada en el informe, aproximadamente el 80% de los anuncios publicados en YouTube violan los términos de servicio de la plataforma.
Esto implica que dichos anuncios podrían ser elegibles para recibir reembolsos, lo que potencialmente representaría un costo de miles de millones de dólares para Google.
Google ha respondido a las afirmaciones realizadas en el informe, refutándolas y argumentando que los métodos utilizados para llegar a esas conclusiones son inexactos.
El enfoque publicitario de YouTube, propiedad de Google, también ha sido objeto de investigación.
Los anunciantes pagan a YouTube para mostrar sus anuncios en la plataforma, ya sea antes o después de los videos. Sin embargo, según una investigación llevada a cabo por Adalytics, aproximadamente la mitad de estos anuncios no se muestran realmente en YouTube.
Además, YouTube también muestra anuncios en otros sitios web y aplicaciones móviles a través de su programa “Google Video Partners“. Google asegura que estos sitios asociados ofrecen la misma experiencia publicitaria que YouTube, con anuncios visibles en su totalidad y con audio que se puede omitir.
Sin embargo, según Adalytics, los anuncios en estos sitios asociados están silenciados aproximadamente el 80% del tiempo, se reproducen automáticamente en un área de la pantalla y no se pueden omitir.
En resumen, los anuncios por los cuales los anunciantes pagan para que sean mostrados en YouTube no reciben la exposición ni la experiencia prometida por la plataforma.
Esto tiene un impacto financiero significativo, ya que las marcas suelen pagar alrededor de $100 por cada 1,000 vistas de sus anuncios en sitios de terceros, esperando obtener ubicaciones de alta calidad. Sin embargo, según Adalytics, en realidad se muestran anuncios de menor calidad que se venden por tan solo $5 por cada 1,000 impresiones.
Esto significa que las marcas están pagando un precio más alto esperando una mayor visibilidad en YouTube, pero en realidad están gastando la mayor parte de su presupuesto publicitario en anuncios de menor calidad en propiedades que no pertenecen a YouTube.
Esta diferencia en términos de precio y calidad resulta en una significativa pérdida económica para los anunciantes.
El informe de Adalytics examinó las campañas publicitarias de más de 1,100 marcas importantes, lo que representa miles de millones de impresiones de anuncios entre 2020 y 2023.
Varias marcas reconocidas, como Johnson & Johnson, American Express, Samsung, Sephora, Macy’s, Disney+ y el Wall Street Journal, se vieron afectadas por la colocación inapropiada de anuncios en sitios web de baja calidad.
Incluso organizaciones gubernamentales, como Medicare, el Ejército de los EE. UU., la Administración del Seguro Social y las agencias municipales de la ciudad de Nueva York, también se vieron afectadas.
Estos anuncios fueron encontrados en sitios web que propagan información errónea, alojan contenido pirateado y otros sitios de baja calidad, lo que contradice la promesa de Google de mostrar anuncios solo en sitios de alta calidad cuidadosamente seleccionados.
Los anunciantes están justificadamente molestos y están tomando medidas para recuperar su dinero debido a estas colocaciones inapropiadas de anuncios. Esto puede dañar las relaciones de Google con los anunciantes y su credibilidad en el mercado publicitario.
Joshua Lowcock, director global de medios de la agencia de publicidad UM Worldwide, expresó su descontento al Wall Street Journal, declarando que esto es un abuso de confianza inaceptable por parte de YouTube, y que Google debe resolverlo y reembolsar completamente a los clientes por cualquier fraude o impresiones que no cumplan con las políticas de Google.
En respuesta a estas acusaciones, Google emitió un comunicado refutando las afirmaciones realizadas por Adalytics. Según Google, el informe utilizó metodologías de proxy y muestreo poco confiables, y consideran que las afirmaciones sobre la red de Google Video Partners (GVP) son extremadamente inexactas.
Google busca aclarar que la gran mayoría de las campañas publicitarias en video se ejecutan en YouTube y no en GVP. Según la empresa, GVP es una red independiente y de menor escala utilizada para ayudar a los anunciantes a alcanzar audiencias adicionales y ampliar el alcance de sus campañas en más del 20%.
No obstante, estos hallazgos y la controversia generada plantean preocupaciones significativas para Google y su plataforma de publicidad en video.
El hecho de que un gran porcentaje de anuncios en YouTube violen los términos de servicio y se muestren en sitios de baja calidad representa un problema importante para la credibilidad y la confianza de los anunciantes en la plataforma.
En última instancia, Google deberá abordar estos problemas y trabajar en la mejora de sus políticas y prácticas publicitarias para evitar pérdidas financieras y proteger su reputación en el mercado publicitario.
Fuente: Puro Marketing