El día de hoy anunció su retiro del tenis su majestad, Roger Federer. Su apodo lo dice todo y el hecho de que nadie refute semejante sobrenombre, dice aún más. Aquel chico que sorprendió en Wimbledon y luego se hizo amo y señor del torneo, el que inició la época dorada del tenis y dio cara siempre al Big 3, dice adiós y el mundo del deporte en general; aunque tristes, no han parado de agradecer.
La “Laver Cup” de la cual es creador y principal impulsor, será el marco de su despedida. Esto habla no solo del gran jugador que es, pero también del gran visionario en el que se ha convertido. Consciente de que a sus 41 años su cuerpo no aguanta el ritmo competitivo de los grandes torneos, decide retirarse en un torneo más benévolo para su cuerpo, del cual es creador e impulsor y así brindarle una super exposición al mismo. No podremos imaginar la clase de atmósfera que será el torneo del próximo 23 de septiembre después de semejante noticia, el último baile de su majestad.
Sin duda Federer sirvió de inspiración para muchos ahora tenistas, pero lo más impresionante es como elevo la barra con la que se estuvieron midiendo sus principales rivales y juntos dieron vida a una corrida impresionante no solo en el tenis, si no en cualquier deporte. El abanderado de los tres dioses del tenis; Federer, Nadal y Djokovic, que combatían fervientemente en la pista y se desvivían en elogios entre ellos fuera de la pista. Siempre sensato en su hablar, cadente en su ritmo de juego y espectacular en sus partidos, no hay nada que reprocharle a su majestad, más que el hecho de que nos recuerde que el tiempo nos llega a todos, incluso a la realeza del deporte.
El tenis ha evolucionado y justo este año parece haber encontrado a nuevos exponentes del deporte blanco, así que todo parece salido de un libreto para el adiós del que para muchos es el más grande. Hoy nos tocará encontrar la belleza en la potencia y en el recuerdo quedará la delicadeza y caricia del tenis de su majestad. No es para menos, que nadie refute el apodo, incluso los fanáticos de sus principales rivales no tenemos reparo en llamarle por su nombre tenístico y ese será su legado en el deporte que siempre amó.
El momento parece ideal, las memorias permanecerán intactas y la espera eterna para presenciar el último torneo de su majestad. Sería muy fácil argumentar que el tenis de hoy lo dejo atrás y ya no puede competir y por ello su retiro, pero los críticos vienen diciendo eso de 10 años atrás y siempre encontró en la reinvención de su tenis, las respuestas para toda duda. Nadie se atrevió ahora a descartarlo en el circuito y si se va es porque es el momento, pero el tenis jamás le dejo atrás, el tenis siempre le abrazo, Roger Federer siempre tendrá al tenis y el tenis siempre tendrá a Roger Federer, SU MAJESTAD.
Por Xico Castro