Afganistán: Ser mujer bajo el régimen de los talibanes

Afganistán: Ser mujer bajo el régimen de los talibanes

El regreso de los talibanes a Afganistán ha generado una crisis en el país, así como conmoción al mundo, las imágenes de la situación que viven los afganos han viajado por todas las redes sociales.

El pasado domingo los insurgentes talibanes tomaron control de Kabul, capital de Afganistán, el presidente huyó del país; por otro lado el presidente de Estados Unidos no lamenta haber retirado las tropas estadounidenses del país. La comunidad de Afganistán teme que el ascenso de los talibanes signifique un atraso en los derechos humanos, especialmente de los niños y mujeres. También del regreso del Sharia, una estricta ley islámica.

 

 

El movimiento Talibán, en la más reciente y su primera rueda de prensa desde que tomó el control de Afganistán, afirman que promete no buscar venganza y respetar los derechos de las mujeres. Antes vamos a recordar un poco, ¿cómo era ser mujer en Afganistán?

“Presas y dentro de sus hogares así como invisibles a lugares públicos”, fue como definió Amnistía Internacional el destino de las mujeres después de que los talibanes asumieran control del país en 1996 hasta el 2001. Por lo qué, ¿es seguro que los derechos de las mujeres y niños ahora serán respetados?

La ley protegía a las mujeres en Afganistán antes de que los talibanes tuvieran poder en la década de 1990. Existe un reporte de 2001 del Departamento de Estado de Estados Unidos ejemplifica la situación con algunas cifras:

A comienzos de la década, 70% de las maestras, la mitad de los funcionarios gubernamentales y estudiantes universitarios y el 40% de los doctores en Kabul eran mujeres. Desde la década de 1920 tenían consagrado el derecho al voto y hacia la década de 1960 la Constitución tenía disposiciones vinculadas a la igualdad.

Pero la situación cambió radicalmente cuando los talibanes asumieron el poder: oprimieron a las mujeres simplemente por “el ‘delito’ de haber nacido mujeres”, según las palabras de Amnistía Internacional.

Hagamos un repaso de cómo restringían la vida de las mujeres en el régimen anterior de talibanes:

  • Prohibieron la educación de las niñas en las escuelas, se llegó a tolerar la educación en casa por cierto tiempo pero se terminó restringiendo; por lo que dejaban a las mujeres sin oportunidades. De hecho había varias escuelas rurales que intentaban funcionar de manera secreta con el miedo a ser descubiertos.
  • A las mujeres se les prohibió trabajar fuera del hogar, a excepciones de trabajos vinculados a la agricultura o alguna área de salud. Esta limitación redundo en pobreza.

 

 

En 1997, los talibanes dispusieron que mujeres y hombres deberían ser atendidos en diferentes hospitales. Solo se permitió atender a las mujeres en un hospital con 35 camas, donde no había electricidad, agua limpia, mucho menos equipo necesario. Además se les prohibió a trabajadoras de salud desempeñar sus tareas en 22 hospitales de Kabul.

“Bajo el régimen talibán, a las mujeres solo se les dio un acceso muy rudimentario a la atención sanitaria y médica, poniendo en peligro la salud de las mujeres y, a su vez, de sus familias. En la mayoría de los hospitales, los médicos hombres solo podían examinar a una paciente mujer si estaba completamente vestida, excluyendo la posibilidad de un diagnóstico y un tratamiento significativos”, dice el Departamento de Estado.

Los médicos no podían levantarles el burka ni mirar o tocar el cuerpo a las mujeres. A tal nivel que, por ejemplo, hasta dentistas que trataban mujeres fueron golpeados e incluso enviados a prisión por hacerlo.

  • Para el año 2001, Afganistán tenía la segunda peor tasa de mujeres muertas durante el parto: 16 de cada 100 morían al dar a luz. Esta situación tuvo gran impacto, ya que las tasas de ansiedad, depresión y suicidio entre las mujeres afganas también subieron.
  • Antes del régimen talibán, el burka no era obligatorio, de hecho este ya existía en Afganistán. Pero con el régimen este se volvió un requisito obligatorio incluso a niñas pequeñas, su uso se hacía cumplir con amenazas, golpes o multas. También se prohibió el maquillaje, esmaltes de uña, zapatos que hicieran ruido o accesorios.
  • El uso del burka también tiene una dimensión económica, ya que las mujeres que no podían tener acceso a uno, no podían salir de sus casas.
  • Las mujeres no podían salir, ni manejar o tomar un taxi sin compañía de un hombre. Solo podían transportarse en autobuses especiales con ventanas pintadas para que nadie las viera. También las casas donde habitaban las mujeres debían tener echadas las cortinas para que no se pudieran ver desde afuera.

 

 

Según Amnistía Internacional, a las mujeres se les azotaba por mostrar uno o dos centímetros de piel bajo el burka, recibían palizas si intentaban estudiar y podían ser lapidadas hasta la muerte si se las hallaba culpables de adulterio. Además de las golpizas, los actos de violencia incluían violaciones, secuestros y matrimonios forzados.

¿Qué pasará ahora?

Después de varios años se comenzó a reconocer nuevamente a las mujeres como sujetos de derecho en Afganistán. Amnistía Internacional reportó que la Constitución de 2004 garantizó la igualdad de derechos y cuotas para la participación de las mujeres en el Parlamento, entre otras disposiciones.

 

 

Hay más de tres millones de niñas inscritas en escuelas, en el año 2019 más de 1000 mujeres tenían negocios propios y los servicios de salud mejoraron. A pesar de un gran camino recorrido falta mucho por hacer para los derechos humanos, solo que ahora parece ser un camino amenazado por la retoma de poder de los talibanes.

 

Como mencionamos casi al principio los talibanes han mostrado una cara diferente, se comprometen a un proceso de paz, gobierno exclusivo, respetar algunos derechos de las mujeres, principalmente la educación. Solo que cabe resaltar que en algunas provincias donde han gobernado en los últimos 20 años, han garantizado algunos derechos limitados a las mujeres.

 

 

La activista Mahbouba Seraj, de la Red de Mujeres de Afganistán, mencionó en una entrevista con CNN el caso de un ulama —un clérigo musulmán— según el cual en Herat a las mujeres ya les dijeron que debían quedarse en casa ya que la razón por la que hay un problema con la nueva generación en Afganistán (…) es porque las madres no están en casa y que, salvo excepciones en las que podrán trabajar, deben permanecer puertas adentro cuidando a los niños.

En este momento, viviendo el terror y desesperanza, lo único que nos queda es esperar, explicó Seraj.

Cuéntanos, ¿qué opinas de esta situación?

Fuente de la nota: CNN Español

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