En general, durante los meses más cálidos, se experimentan altas temperaturas y una sequía que afecta a los cultivos y puede causar daños significativos en la cosecha.
Estos son algunos tips:
No riegues durante las horas centrales del sol: La mejor práctica es regar con la mayor frecuencia posible, ya sea diariamente o cada dos días, pero evitando las horas centrales del día cuando el sol es más intenso.
Si en tu zona hace mucho calor riega incluso dos veces al día: En regiones con temperaturas extremas, es posible que sea necesario regar dos veces al día, por la mañana y por la noche. Por esta razón, es recomendable tener programadores de riego que faciliten esta tarea y eviten el desperdicio de agua.