Lo mejor es menos fast fashion más segunda mano. Ese debería ser nuestro mantra a la hora de elegir objetos que no necesitamos que sean totalmente nuevos. Cada vez que vayas a adquirir una prenda piensa de manera responsable, pues siempre será de gran ayuda para el planeta.

Como dato curioso, Sarah Jessica Parker utilizó un vestido de 30 euros que encontró en una tienda de segunda mano en Madrid, y lo usó en la presentación de su serie Divorce esa misma noche, ¿por qué no hacerlo nosotros?

Vintage vs segunda mano

Acudir a tiendas, bazares o mercados donde encuentres ropa de segundo uso, ya sea reciente o de años atrás, será una práctica que el planeta te va a agradecer y también tu cartera.

Beneficios de esta forma de consumo…

Principalmente ayudas a la economía de los emprendedores y propicias el consumo local, y como ya lo mencionamos, para el planeta es una bocanada de aire.

Para que te des una idea, por cada camiseta nueva que adquieres en alguna de tus tiendas favoritas están siendo utilizados 2,900 litros de agua para su fabricación. A esto le sumamos, en promedio, se estima que las prendas son utilizadas unas siete u ocho veces antes de tirarlas y regalarlas.

Según un estudio realizado por Waste and Resources Action Plan, utilizar una prenda dos años más de lo que se acostumbra ayuda a reducir la huella de carbono, energía, agua y deshechos de un 5 hasta un 10%. De igual manera, el informe Second Hand Effect, de la ONG Internacional WWF, afirma que esta práctica es súper importante dentro del consumo, pues de esta manera se reduce la explotación de recursos naturales.