La felicidad es un sentimiento que nace al vivir momentos de profunda satisfacción y alegría. Como padres es importante rodear a nuestros hijos de elementos saludables tanto en lo emocional como en lo físico para que puedan experimentarla. La felicidad también es un camino de vida y dependerá de nosotros enseñarles a nuestros hijos como seguir ese camino.
Es importante comprender que un niño podrá conocer la felicidad, solo si hay un padre que primero ha hecho el trabajo de aprender a ser feliz con su propia existencia y sus circunstancias de vida.
APRENDAMOS SOBRE 5 COSAS QUE HACEN FELIZ A UN NIÑO:
1 Jugar: Algo que hace muy feliz a un niño, que es sencillo y gratuito, es jugar. Como es una actividad natural en ellos, ni siquiera deben tener juguetes sofisticados para hacerlo, con que salgan a un parque a correr y a explorar tienen. Hay que dejarlos jugar con el agua, que experimenten con el lodo, que se ensucien ¿cómo van a conocer el mundo si no les dejas tocarlo? También algo que los hace muy felices es disfrazarse. Cuando juegan a que son diferentes personajes, estimulan muchísimo su imaginación y eso los hace construir momentos de verdadera felicidad.
2 Dedicarles tiempo de calidad: Este punto es sumamente delicado, actualmente los adultos cada vez tenemos menos tiempo para nuestros niños. Hay una creencia cultural que dice que hay que “darles aquello que nuestros padres no nos dieron”, y eso es un error básico. El hecho de estar con un niño lo hace sentir seguro, cobijado, protegido y contenido. Tu ausencia tanto física como emocional puede generar sensaciones de abandono, miedo y rechazo en Él o Ella.
3 Que te intereses por ellos: Interesarte por tu hijo implica conocer cuáles son sus emociones, como se siente por la llegada de un nuevo hermano, como le va con el cambio de colegio o con el cambio de casa, cuál es su comida favorita, quién es su mejor amigo etc. Interesarse por ellos poco tiene que ver con darle el juguete que crees que necesita, es un conocimiento mucho más profundo que implica un vínculo más íntimo y verdadero con Él. Es verlo y aceptarlo tal y como es; si es serio, callado, escandaloso, travieso o enojón o quizás si fue diferente a lo que esperabas que fuera. Esto es más sensible en el caso de niños que presentan TEA, síndrome de down y otras enfermedades o discapacidades. Con todas y esas circunstancias distintas de lo que soñábamos, la invitación es verlos como lo que son: Niños, y hay que tratarlos siempre con mucho respeto y cariño.
4 Que cocines, pintes, bailes o practiques deporte con ellos: Invitar a nuestros hijos a realizar actividades juntos es una de las cosas que más disfrutan. Aparte de que es absolutamente formativo, les genera una sensación de autosuficiencia y valía personal muy importante. Eso sí, te pido que te cargues de mucha paciencia porque seguro que tu casa va a parecer un carnaval después de que terminen. Sé que a veces este tipo de actividades pueden demandar mucha energía, pero te pido que tengas en cuenta esto: dentro de unos años extrañarás sus manos pidiéndote cargarlo o ir a jugar con Él o Ella, la niñez no es eterna.
5 Que les recuerdes todos los días cuanto los amas: El decirles a nuestros hijos cuanto los amamos nunca, nunca está demás. Si no eres muy hábil con las palabras no importa, puedes abrazarlos, escribirles, dejarles una notita o simplemente manifestarles que tu forma de quererlos es cocinándoles o llevándolos a pasear. Para expresarles nuestro amor podemos utilizar una y mil formas, de hecho, hay madres que con solo mirar a sus hijos ya les hacen sentir amados. Busca tu propio lenguaje del amor con Él o Ella y hazlo sentir querido e incluido. ¿A quién de nosotros no le gusta eso?
Después de leer estas cinco pautas creo que puedes tener una idea más clara de cómo ayudar a que tus hijos sean felices. Algo muy importante es soltar la creencia de que su felicidad es tan sofisticada como la nuestra. El mundo del adulto es complejo, requiere de estímulos constantes y muchos de ellos en la actualidad tienen que ver con la tecnología, pero nuestros niños para sentir alegría simplemente necesitan espacios abiertos, otros niños para convivir y dejarles descubrir a través del juego sus habilidades.
Por: Rocío Munguía
Terapeuta familiar / ASHANTI Espacio Terapéutico.
Colaboración original para www.Tenemosquehablar.com.mx
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