Clase media la ilusión del capitalismo

Clase media la ilusión del capitalismo

En múltiples conversaciones con personas de mis círculos sociales y con algunas otras fuera de ellos, ha salido a relucir el tema de la economía; y también de la identidad social según el “poder adquisitivo”; cuando estas personas se consideran miembros de la “clase media”, es decir, no se asumen como personas “pobres”, coinciden en que las siguientes características son las que les sirven de argumento para ubicarse en dicho estrato socioeconómico:

 

LA CÁTEDRA 

Por: Mario Kato

 

 

Tener casa propia y no pagar renta, tener vehículo propio, poder pagar al mes servicios básicos como agua potable, energía eléctrica, televisión por cable e internet sin problemas; poder tener a base de créditos menores aparatos electrodomésticos recientes y de alta tecnología; poder pagar facturas de telefonía celular que incluyen equipos modernos y su respectivo servicio.

Eso respecto a sus estilos de vida, referente a sus empleos, que es en realidad el punto de partida que marca nuestros “estilos de vida consumista”, estas personas tienen empleos formales, con contratos de tiempo indefinido, seguridad social, prestaciones superiores a las que establece la ley, horarios fijos de entrada y salida, espacios de trabajo con los requerimiento mínimos para su desempeño, vacaciones pagadas por lo menos una vez al año; y acceso a créditos.

Es decir, estas personas tienen cubiertas sus necesidades básicas; empleo, vivienda, educación, salud y recreación. En su mayoría son personas con licenciatura o personas con conocimientos técnicos que los han llevado a tener microempresas o carteras de clientes estables.

Respecto a la recreación, estas personas confiesan poder hacer viajes una o dos veces por año a destinos lejanos a sus lugares de residencia, y en algunos casos cuentan con propiedades para el descanso como terrenos rurales o casas de playa, o tienen acceso a ellas sin ser sus propietarios formales; pueden salir a comer fuera de casa y al cine o al teatro una o dos veces por semana; y renovar su guardarropa dos o tres veces al año.

Hasta ahí con lo que tiene o pueden hacer; ahora hablemos de lo que no tiene, ni han podido. Más de alguno reconoce malas experiencias al momento de emprender, mismas que tuvieron consecuencias negativas en sus estilos de vida, todos ellos confesaron tener un “sueño” que no han podido cumplir por falta de recursos, y también haber llegado a puntos de “estancamiento” laboral, a pesar de haber hecho los suficientes méritos, sin embargo, siguen creyendo en la meritocracia para alcanzar eso, que no han podido alcanzar.

Basta con darle una buena leída a conciencia y criterio a la constitución de los Estados Unidos Mexicanos, para darnos cuenta que todas esas cosas de las que gozan quienes se asumen como “clasemedieros” en realidad son las necesidades básicas que todo mexicano debería tener cubiertas; en realidad somos pobres con la suerte de tener un trabajo digno y formal, basta que un día dejemos de producir para empezar a salir de esa zona, basta con que un día tomemos varias malas decisiones a la vez para que veamos que la burbuja en que vivimos es más frágil de lo que creemos.

En México solo hay dos “Clases sociales”, los millonarios que en su mayoría han consolidado su fortuna al amparo del poder, asociados con gobernantes corruptos y a veces hasta con el crimen organizado, y el resto de los ciudadanos que somos pobres, pero con trabajo, y esos a los que vemos como pobres en realidad son SOBREVIVIENTES, en un modelo económico perverso e inhumano.

Deja un comentario