Conoce algunas películas para alegrar a tu niño interior

Conoce algunas películas para alegrar a tu niño interior

En la vida, el crecimiento es algo que simplemente sucede. A medida que pasan los años, aprendemos y cambiamos, tanto física como emocionalmente.

A continuación algunas películas que te ayudarán a reconectar con tu lado infantil de forma emotiva, reviviendo momentos especiales y nostálgicos.

Mi encuentro conmigo: En el año 2000, se estrenó esta película que relata la vida de Russell Duritz, un hombre de 40 años que ha tenido éxito en el mundo empresarial pero que ha perdido su camino en la arrogancia y la pretensión. Un cambio inesperado llega a su vida cuando se topa con un niño que refleja muchas similitudes con su propia niñez.

Matilda: Al verla desde la perspectiva adulta, comprendemos que se trata de un caso de abuso infantil y maltrato. La película también nos enseña la importancia de madurar al dejar atrás la niñez y convertirnos en adultos responsables. Nos inspira a ser como la profesora Miel, quien a pesar de haber sufrido en su infancia, sigue creyendo en los niños y trabajando para proporcionarles un ambiente seguro y acogedor.

El principito:

Esta película ha sido descrita por algunos como una exploración de la melancolía asociada a la pérdida de la infancia. Sin embargo, para muchos espectadores, su significado se extiende más allá de esta premisa. Se convierte en un llamado apasionado a dejar de lado el cinismo inherente a la adultez y a redescubrir la capacidad de asombro y la imaginación que caracterizan a la niñez.

Quisiera ser grande: Con Tom Hanks en el papel principal, nos sumerge en la fascinante historia de un niño que, después de desear con fervor convertirse en adulto en una noche, se despierta al día siguiente en el cuerpo de un hombre maduro, enfrentándose así a las complejidades y responsabilidades de la vida adulta de una manera inesperada y emocionante.

Ahora que somos adultos, no hace falta retroceder en el tiempo para sentir la magia que estas películas transmiten. Con mentes más perceptivas y maduras, podemos descubrir mensajes ocultos que, aunque pasaban desapercibidos para los niños, son claros y significativos para nosotros como adultos.

 

Fuente: Maire Claire

 

 

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