Cada 23 de mayo se conmemora el Día Mundial contra el Melanoma, una ocasión especial destinada a generar conciencia y sensibilizar a las personas sobre el cáncer de piel en particular, promoviendo la importancia crucial de detectar esta enfermedad en etapas tempranas. Además, se busca difundir ampliamente la relevancia del diagnóstico precoz del melanoma.
El melanoma, una forma altamente agresiva de cáncer de piel, surge de las células especializadas en la producción de melanina, el pigmento responsable del color de la piel. Su detección temprana es fundamental, ya que su tratamiento puede resultar efectivo y curativo.
El melanoma maligno es considerado uno de los tipos de tumor más letales, siendo responsable de aproximadamente el 75% de las muertes relacionadas con el cáncer de piel.
¿Cómo se manifiesta?
Este tiene la capacidad de propagarse a otras áreas del cuerpo a tejidos cercanos, lo que aumenta su peligrosidad. Suele manifestarse como lunares inusuales o irregulares, ya sea existente o de aparición reciente, y también puede manifestarse mediante cambios en el tamaño, forma o color de una determinada zona cutánea.
¿Cuáles son los síntomas?
- Cambios en el tamaño, forma, textura o color de un lunar existente.
- Aparición de lunares nuevos.
- Sensación de comezón y dolor al palpar algún lunar. Ulceraciones o sangrado.
Cosas que puedes hacer para prevenir el Cáncer
- Evitar la exposición al sol, especialmente cuando la luz ultravioleta es más intensa (entre las 12 y 16 horas) y en días nublados.
- Usar barreras físicas de protección: sombrillas, sombreros, gafas de sol, camisetas manga larga.
- Aplicar en la piel protectores solares con filtros de protección UVA, adecuados a nuestro tipo de piel.
- Beber agua para evitar la deshidratación.
- Autoexamen de la piel, prestando especial atención a los lunares.
Existen diversos factores que influyen en la aparición de melanomas como:
- Exposición constante a la radiación ultravioleta (UV): de la luz solar y de camas solares.
- Edad: siendo más frecuente en adultos entre los 30 y 60 años de edad.
- Género:la incidencia de esta enfermedad es similar en hombres y mujeres, diferenciándose en la localización de la lesión. En las mujeres jóvenes predomina en las extremidades inferiores y en los hombres se ubica en el tronco, la cara, el cuello y los hombros.
- Mutación genética o por antecedentes familiares con lesiones de melanoma.
- Lesiones precursoras: referidas a múltiples lunares (nevus) que aparecen en la adolescencia y lunares grandes congénitos (nevus congénito gigante).
Es esencial acudir a un dermatólogo si se produce cualquier cambio, síntomas o aparición de lunares con características anormales, con el fin de obtener un diagnóstico adecuado y descartar la presencia de alguna enfermedad.
FUENTE: enfoquenoticias.com