NO, no es el que dará el presidente en el zócalo y sin público, o el que quisieron recrear con los alumnos toda la planta docente que ahora trabaja desde Zoom y otras plataformas digitales (cuando bien les va). Todo intento de conmemorar la independencia de nuestro país, es un chiste mal contado.

Sinceramente este año no creo que nadie “celebre” el 16 de septiembre, o al menos no como lo hacíamos, sabemos que siempre existieron y seguirán existiendo las personas que detrás de una pantalla se atreven a expresar lo mismo de todos los años “no hay nada qué celebrar”.

Pero hoy, me atrevo a decirles que están equivocados, hoy sí hay mucho qué celebrar y no tiene nada que ver con la independencia.

Escribo desde la comodidad de mi casa, con la certeza de tener comida sobre mi mesa, ropa limpia en mi closet, servicios básicos e incluso privilegios, también desde la seguridad de tener a mi hija jugando en la sala, pero la verdad es que ni eso logra tranquilizarme, porque la verdad es que escribo encabronada. Hay un grito del que nadie habla, un grito que damos todas cada vez menos en silencio, desde nuestras casas, trabajos y lugares que frecuentamos, y que les juro no acabará este día, ni este mes, ni este año.

El verdadero grito lo estamos dando las mujeres que hemos salido a la calle “a quemarlo todo” (sí yo también), las mujeres que buscan a sus hijas/os y familiares, las mujeres que tienen que cumplir doble jornada para pagar las cuentas y además hacerla de maestras para que sus crías continúen sus estudios, las mujeres que sufren todo tipo de violencias, producto del machismo imperante de nuestra sociedad. Todas nosotras ya estamos gritando, tenemos años haciéndolo y lo que hoy celebro, es que por fin nuestros gritos están incomodando.

Desde aquí celebro y me sumo a la lucha de mis compañeras que tomaron la CNDH, al enojo de Yesenia Zamudio, a las Sabuesos Guerreras, a las indígenas, a las niñas, a las prostitutas, a las madres, a las víctimas de trata, a las sobrevivientes, y a todas las colectivas feministas que gritan todos los días para que seamos escuchadas y que el patriarcado nunca siga gozando de la comodidad de nuestro silencio.

Y QUE VIVAN LAS MUJERES
PORQUE VIVAS SE LAS LLEVARON, Y VIVAS LAS QUEREMOS.

Lluvia Gabriel
Comunicóloga, conductora, asesora y creadora de contenido digital.

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