La actual legislatura del Congreso del Estado decidió darle categoría de municipio a dos comunidades en Sinaloa, la primera fue Eldorado una de las sindicaturas más grandes de Culiacán, la segunda es Juan José Ríos una sindicatura que abarca dos municipios el de Guasave y el de Ahome.

LA CÁTEDRA 

Por: Mario Kato

En nuestra colaboración pasada ya hablamos de los posibles problema con los que arrancaría su vida municipal Juan José Ríos, hoy toca al turno de Eldorado, en donde la complejidad va más allá de lo económico.

Durante 20 años la vida política de Eldorado dependió de una sola persona, Dámaso López Nuñez, alias el Licenciado, un ex directivo del sistema penitenciario corrupto que contribuyó a la primera fuga de Joaquín “El Chapo” Guzmán en 2001 del penal de Puente Grande.

Dámaso nació en el Eldorado y tras cooperar con la fuga, se convirtió en lugarteniente de Guzmán, montando su feudo en la sindicatura que lo vio nacer, la más grande de Culiacán, y la única salida al mar de la capital sinaloense.

El Licenciado era quien ponía y quitaba a los síndicos aunque oficialmente no se reconozca, prueba de ello es que su papá ocupó dicho cargo y más tarde su cuñado, Luis Fernando “N”, quien más tarde incluso llegaría a ser regidor del PRI entre 2013 y 2016.

Dámaso y su grupo cayeron en desgracia en 2017, cuando perdieron la guerra con los hijos de Guzmán, con quienes disputaban el liderazgo de la facción del Chapo que para entonces ya había sido capturado por tercera vez y extraditado a los Estados Unidos.

El licenciado y su hijo Dámaso López Serrano alias el Minilic, huyeron a Estados Unidos y entraron al programa de testigos protegidos. Su exilió dejó libre a la región de Eldorado de su influencia, pero lamentablemente no libre de la influencia del narcotráfico.

En el año 2020, un grupo de madres que buscan a sus hijas e hijos desaparecidos del colectivo Sabuesas Guerreras, fueron corridas por un grupo armado, cuando se encontraban en un predio en la sindicatura de Eldorado, en dicho predio había sospechas de restos humanos.

Ese mismo año, candidatos a síndicos denunciaron que un grupo armado les pidió que dejarán de hacer campaña, ya que la “línea” era que el actual síndico se reeligiera. En ambos casos las autoridades de Culiacán y Sinaloa, no hicieron prácticamente nada, más que documentar los hechos.

No hubo investigaciones a fondo, ni operativos especiales para dar con los grupos armados, que corrían a personas del territorio como si fuesen los dueños, ni contra quienes por medio de la violencia intervinieron en la vida democrática de la comunidad.

Sobran ejemplos de municipios en Sinaloa, en dónde el dominio del narco es evidente, ahí está Cosalá con la famosa mega fiesta en plena cabecera en el llamado “Cosaltazo”, Choix en donde ha habido atentados directos contra Alcaldes y funcionarios y en donde se han refugiado Rafaél Caro Quintero atrapado en operativo especial y El Chueco quien fue encontrado asesinado.

¿En verdad es pertinente darle categoría de municipio a una comunidad en donde el dominio del narco es evidente? Para las diputadas y diputados actuales, sí lo es.