La Fórmula 1 es uno de los eventos deportivos más prestigiosos del mundo, y cada país invierte millones para ser sede de un Gran Premio.
Países como Mónaco, con su histórica carrera urbana, pagan menos debido a su tradición y relevancia en el calendario. Por otro lado, naciones que buscan posicionarse en el mapa del automovilismo, como Arabia Saudita, invierten cifras astronómicas, a veces superando los 50 millones de dólares por temporada.
El costo incluye derechos de organización, infraestructura y promoción, además de las garantías de seguridad y logística para albergar a los equipos y aficionados. Sin embargo, los beneficios económicos, como el turismo y la publicidad global, suelen justificar la inversión.
Algunos países han optado por construir circuitos de clase mundial, como el caso de Abu Dabi con el circuito de Yas Marina, mientras que otros aprovechan calles y espacios ya existentes, como en Azerbaiyán. Cada modelo de negocio varía, pero el objetivo es atraer visitantes e incrementar la visibilidad internacional.
A pesar de los costos, los organizadores ven el evento como una oportunidad para posicionar sus ciudades como destinos turísticos y culturales de alto nivel. La Fórmula 1, por su parte, sigue expandiendo su calendario, buscando nuevos mercados y récords de audiencia.