El teléfono inteligente se ha convertido en un elemento imprescindible en la vida de todos. Sin embargo, esta dependencia tiene consecuencias tanto a nivel personal como en el medio ambiente, generando un impacto ambiental significativo.
Dedicamos muchas horas diarias al uso de nuestros teléfonos, no siempre de manera pertinente y racional. Frecuentemente, lo consultamos constantemente en busca de mensajes importantes, lo sacamos del bolsillo para buscar el nombre de un actor en una película, obtener la ubicación exacta de una cena que está en camino o incluso conocer el resultado de un partido de fútbol.
Aunque sus efectos pueden pasar desapercibidos, su impacto es devastador.
Es importante tener en cuenta que un teléfono inteligente, incluso antes de enviar su primer mensaje de texto, ya ha dejado un impacto ambiental significativo debido a su proceso de fabricación. Como es de esperar, este proceso no es precisamente ecológico.
Según la base de datos NegaOctet, la fabricación de un solo teléfono requiere el equivalente de 10.000 paquetes de agua, lo que representa un total de 90.000 litros de agua (considerando que un paquete contiene 6 botellas de 1,5 litros).
Además, también se consume una cantidad de energía equivalente a un viaje en automóvil de gasolina de 455 km. Teniendo en cuenta que aproximadamente 8 de cada 10 personas poseen un teléfono móvil, no se necesita ser un experto para reconocer el desastre medioambiental que los smartphones están causando.
Intenta cuidar tu teléfono.
Aunque pueda parecer trivial, es de suma importancia, especialmente desde una perspectiva ecológica. El 40% de las averías en los teléfonos móviles se pueden evitar de manera muy sencilla. Según la ADEME, el 80% de las reparaciones realizadas por profesionales están relacionadas con pantallas rotas. Muchas de estas averías podrían evitarse fácilmente utilizando una funda y/o un protector de pantalla de vidrio templado.
Otro consejo para prevenir la necesidad de reparar tu teléfono es permitir que se enfríe si se sobrecalienta y no esperar a que se descargue por completo antes de cargarlo. Siguiendo estas recomendaciones, puedes contribuir a prolongar la vida útil de tu dispositivo y evitar gastos innecesarios de reparación.
Utiliza el modo “ahorrar batería”.
Muchos usuarios creen que la función de ahorro de batería, lanzada inicialmente por Apple y luego adoptada por Android, solo tiene como objetivo conservar la carga del dispositivo. Sin embargo, el modo de “ahorro de batería” también tiene un impacto ambiental, ya que reduce significativamente el consumo de energía y, por ende, la contaminación asociada.
Una vez activado este modo, la conexión 5G se desactivará (cambiando automáticamente a 4G), la pantalla del teléfono se apagará después de 30 segundos de inactividad, las aplicaciones en segundo plano no se actualizarán y, para los usuarios de iOS, las copias de seguridad de iCloud se pausarán.
El modo de ahorro de energía también ayuda a preservar la vida útil de tu teléfono móvil. Al alternar entre los modos “normal” y “ecológico”, no se agota rápidamente la batería interna, lo que prolonga su duración en general.
Recomendamos apagar los datos móviles.
Cuando te dispongas a dormir, tomar una siesta o simplemente no estés utilizando tu teléfono (para aquellos menos adictos), es recomendable apagar los datos móviles. Según la ARCEP, la tecnología digital actualmente representa aproximadamente el 2% de las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel mundial. Si bien este porcentaje puede parecer insignificante, se estima que para el año 2040 podría alcanzar el 6 o 7%, según informes de análisis de la dependencia francesa.
Al cambiar algunos de nuestros hábitos y, sobre todo, evitar dejar el teléfono encendido sin motivo, podemos contribuir a reducir esta preocupante cifra. Cada pequeña acción cuenta cuando se trata de minimizar nuestro impacto ambiental y crear un futuro más sostenible.
Bloquea el SPAM.
Desde hace varios años, se nos ha advertido sobre el impacto ambiental de almacenar nuestros correos electrónicos. Es cierto que su almacenamiento requiere energía, pero eliminarlos también consumiría la misma cantidad de energía, según lo mencionado por Frédéric Bordage, especialista en eficiencia energética, en una entrevista concedida a TF1.
Hasta el momento, no existe una solución ecológica definitiva para abordar el tema de nuestros correos electrónicos. Esto plantea un verdadero desafío, considerando que, según los datos compartidos por Statista, en 2021 se enviaron y recibieron alrededor de 319.6 mil millones de correos electrónicos cada día. Se espera que esta cifra aumente a aproximadamente 376.4 mil millones en 2025.
Reciclar o vender.
Si a pesar de todos estos consejos, tu teléfono ya no funciona y estás pensando en reemplazarlo, es importante que no lo dejes abandonado en un cajón y consideres opciones como reciclarlo o venderlo.
Según un informe de 2016, enviar un teléfono antiguo a reciclaje permitiría reutilizar aproximadamente el 80% de sus materiales para la fabricación de nuevos productos. ¿Por qué no considerar donarlo a organizaciones que se dedican a reciclar estos dispositivos electrónicos usados?
La venta de tu teléfono inteligente sigue siendo una buena opción, especialmente si deseas obtener algo de dinero a cambio. Puedes ofrecérselo a un amigo a cambio de una pequeña cantidad de dinero o simplemente devolverlo a tu proveedor de telefonía.
Investiga cuál es la mejor opción disponible en tu caso particular. Recuerda que al tomar estas acciones, estás contribuyendo a reducir el desperdicio electrónico y promoviendo una gestión más responsable de los dispositivos móviles.
Fuente: GQ