El último informe de la actual administración sobre el caso Ayotzinapa ha sido entregado sin revelaciones importantes.

A pesar de los esfuerzos por esclarecer la desaparición de los 43 estudiantes normalistas, los resultados presentados no han cumplido con las expectativas de los familiares y la sociedad civil.

Las autoridades involucradas aseguraron que seguirán trabajando en la investigación, pero la falta de avances palpables ha generado un clima de descontento entre los defensores de derechos humanos. La desaparición de los estudiantes sigue siendo uno de los casos más emblemáticos de impunidad en México.

Los padres de los normalistas continúan exigiendo respuestas claras y justicia, criticando lo que consideran una falta de voluntad política para resolver el caso. Organizaciones internacionales también han expresado su preocupación por la lentitud en el proceso de esclarecimiento.

Este informe es el cierre de un ciclo gubernamental en torno a la investigación, pero deja abierta la puerta a una nueva etapa de trabajo bajo la próxima administración, que heredará la responsabilidad de encontrar la verdad.