El telescopio espacial James Webb sigue deslumbrando al mundo con sus descubrimientos, y esta vez ha detectado algo inesperado en un planeta del tamaño de la Tierra. El planeta, identificado como K2-18 b, se encuentra a unos 120 años luz de distancia, en la constelación de Leo. Lo que hace especial este hallazgo es la posible presencia de moléculas clave para la vida, como el metano y el dióxido de carbono, en su atmósfera.

¿Qué significa este descubrimiento?

Los datos sugieren que K2-18 b podría ser un “Hycian World”, un tipo de planeta que combina un núcleo rocoso con una atmósfera rica en hidrógeno y una superficie cubierta de agua líquida. Este ambiente, aunque diferente al de la Tierra, podría ser capaz de albergar vida.

El descubrimiento también plantea preguntas emocionantes sobre la habitabilidad de exoplanetas. Aunque K2-18 b es más grande que la Tierra y no tiene una superficie sólida como la conocemos, su atmósfera y composición química lo convierten en un objeto de estudio prioritario para entender mejor las condiciones que permiten la vida en el universo.

Un vistazo al futuro

El telescopio James Webb continuará observando K2-18 b para confirmar estos hallazgos y buscar otros indicadores de vida, como compuestos orgánicos más complejos. Este descubrimiento es solo el comienzo de lo que promete ser una nueva era en la búsqueda de mundos habitables más allá de nuestro sistema solar.

¿Estamos más cerca de responder si estamos solos en el universo? Por ahora, James Webb sigue iluminando el camino hacia esa respuesta.

Redacción: #TQHTeam