Investigadores de EE. UU. encontraron que quienes toman café antes de comprar gastan un 50% más y adquieren cerca de un 30% más de productos.

Vivimos en una sociedad donde el consumismo es predominante, lo que ha dado lugar a un aumento en el comportamiento de compra compulsiva. Las personas que recurren a las compras para llenar vacíos emocionales o aliviar ansiedades deben tener cuidado con el consumo de café, ya que un estudio reciente en el Journal of Marketing sugiere que la cafeína puede aumentar las compras impulsivas.

Los investigadores analizaron el efecto del café en las compras al proporcionar a más de 300 compradores una taza de café con diferentes niveles de cafeína. Descubrieron que aquellos que consumieron café con cafeína antes de comprar gastaron significativamente más dinero y compraron más artículos que los que bebieron descafeinado o agua.

Este efecto se atribuye a la liberación de dopamina en el cerebro por parte de la cafeína, lo que aumenta la impulsividad y reduce el autocontrol durante las compras.

Estemos de acuerdo o no, nuestra sociedad está enfocada en el consumo. Esta situación está contribuyendo a que veamos más a menudo un tipo específico de comportamiento: el comprador compulsivo. Estas personas buscan compensar sus vacíos emocionales, aliviar sus preocupaciones, miedos o ansiedades a través de la compra de productos. Deberían ser precavidos al tomar café antes de embarcarse en este riesgoso camino, ya que según un estudio reciente publicado en el Journal of Marketing, la cafeína puede incrementar las tendencias a realizar compras impulsivas.

Los resultados del estudio mostraron que aquellos que consumían una taza de café con cafeína antes de ir de compras gastaban un 50% más de dinero y adquirían aproximadamente un 30% más de productos en comparación con los que consumían café descafeinado o agua.

El experimento se llevó a cabo instalando una máquina de expreso en la entrada de una tienda de interiorismo en Francia y un supermercado en España, donde más de 300 compradores recibieron una taza gratuita con una mezcla de café que contenía alrededor de 100 mg de cafeína y el resto descafeinado o agua. Posteriormente, compartieron sus recibos con los investigadores al salir de las tiendas.

Fuente de información: Infobae