En medio de esta temporada de altas temperaturas, surge la interrogante sobre si el calor puede aumentar nuestra propensión a la violencia. Es importante destacar que cualquier condición climática extrema puede tener un impacto en nuestra mente y en nuestro cuerpo. ¡Checa aquí lo que dice la ciencia!
Según las explicaciones de Ramón Lozano Calderón, de la FES (Facultad de Estudios Superiores) Zaragoza, nuestro cuerpo experimenta una serie de disfunciones orgánicas cuando se expone a altas temperaturas, en el rango de los 39.5 a 40 °C.
Una de las consecuencias de estas afectaciones es la confusión mental, la cual puede manifestarse a través de comportamientos agresivos, alucinaciones y, en casos extremos, incluso resultar en una falla orgánica múltiple con consecuencias mortales.
¿Cuál es la razón detrás de esto?
Todo radica en el hipotálamo, una región ubicada en el cerebro encargada de regular la temperatura corporal y controlar diversos aspectos de nuestro comportamiento, como la alimentación, la ingesta de líquidos, el apareamiento y la agresión.
Cuando nos enfrentamos a altas temperaturas, estas afectan directamente al hipotálamo y, dado que no existe un mecanismo eficiente para reducir la temperatura, comienzan a surgir problemas.
Es posible que se cuestionen acerca de la capacidad de nuestro cuerpo para autorregularse mediante la transpiración y el sudor. Sin embargo, es importante considerar que durante períodos de altas temperaturas, la deshidratación se convierte en un problema recurrente.
Por lo tanto, ante la deshidratación, nuestro organismo pierde la capacidad de regular la temperatura dentro de los rangos normales, que oscilan entre los 36.5 y 37.2 °C.
Pero eso no es todo…
Esta vez nos iremos con el trabajo de Valentín Martínez-Otero, doctor en Psicología y profesor de la Universidad Complutense —citado por El País.
Según las explicaciones de Martínez-Otero, el calor intenso tiene un efecto negativo en nuestro estado de ánimo, ya que puede generar fatiga y desánimo, lo cual se manifiesta posteriormente en irritabilidad.
(A esto se suma la dificultad para dormir durante las noches debido precisamente a las altas temperaturas).
En última instancia, el cuerpo se agota y la pérdida de sueño resultante contribuye al mal humor en las personas.
De pronto llega el mal humor…
Alcanzamos el punto indeseado en la vida de enfrentarnos a situaciones de violencia.
¿Y qué tiene que ver esto con el calor extremo? Según la investigación realizada por la Universidad de Berkeley en California, que analizó 60 informes de diferentes partes del mundo, existe una relación entre el clima y los casos de conflicto, incluyendo la violencia doméstica.
Se han observado casos registrados en India durante temporadas de sequía, así como incrementos en asaltos y homicidios durante las olas de calor en Estados Unidos.
Estos hallazgos respaldan la idea de que el clima extremo puede contribuir a desencadenar situaciones de conflicto y violencia.
Fuente: Sopitas