Es difícil opinar sobre los grupos minoritarios, ya que se corre el riesgo de sumar agravios involuntarios a un largo historial de discriminación, cabe aclarar que tengo claro que no todas las personas Homosexuales y no binarias son miembros activos de “La Comunidad”, es así, que aquí haré referencia específicamente ese grupo de activistas que han tomando como bandera su género e identidad sexual.
LA CÁTEDRA
Por: Mario Kato
En un estado tan doble moral como Sinaloa, las personas LGBT, siguen siendo discriminadas de manera velada, muchos aún le ocultan a su familia sus preferencias, por viejas fobias y estigmas en sus padres o hermanos, o sufren violencias por parte de gente intolerante que mantiene ideas retrógradas en pleno siglo XXI.
Es por eso, que es muy lamentable ver como una lucha política ha dividido a esa “Comunidad” o ese grupo de la comunidad que se ha dedicado al activismo, ha visibilizar el “Orgullo Gay” y las exclusiones sociales y estructurales, la ruptura tiene nombres y apellidos.
Por un lado, Thiago Ventura, quien se volvió la cabeza más visibles del activismo, por otro, Almendra Negrete quien fue su dupla durante algunos años, las diferencias entre ambos comenzaron en 2022, unos meses después de que Negrete se convirtiera en diputada local cubriendo la cuota de la diversidad para MORENA.
Muchas cosas se han dicho sobre los motivos del rompimiento, no las mencionaré aquí, no me consta ninguna de ellas, pero es lamentable que hoy que la Comunidad tiene una voz en el parlamento, lejos de compactarse e impulsar su agenda, se divida.
En una guerra de caca, todas saldrán embarradas y embarrados. Algo que sí hay que aclarar es que hoy la diputada Negrete está en una posición de poder, y debería ser la más ecuánime y cuidadosa, ya que en su guerra, podría cometer de manera voluntaria o involuntaria, abuso de poder, no es lo mismo pegarse un tirito de ciudadana a ciudadano, que tener una posición de poder y pelear contra quién no la tiene.
Lejos de las acusaciones mutuas de querer monopolizar la lucha por la diversidad, y de un mal uso de recursos públicos, es una lástima que quienes forman parte del activismo tengan que tomar partido por uno u otro personaje, y peor aún, que surja odio al interior de un grupo social, que de por si ya ha tenido que luchar contra ese mismo odio históricamente.