La educación como botín político en Sinaloa

La educación como botín político en Sinaloa

¿Qué le pasó a Graciela Domínguez? La secretaria de educación en Sinaloa, mostró un gran papel como diputada en la pasada legislatura, fue sensible a las demandas sociales y crítica de las prácticas de corrupción, cosas que hoy avala y apoya en la práctica como responsable del sistema educativo estatal.

 

LA CÁTEDRA 

Por: Mario Kato

 

 

El primer gran error de Graciela es su alianza con las cúpulas del SNTE, las mafias de las secciones 27 y 53, históricamente ligadas al PRI y en en las que unos cuantos pseudo líderes han utilizado los comité sindicales para volverse millonarios y repartir plazas en base al nepotismo y el clientelismo político.

Ambas mafias tienen más de 50 años obteniendo puestos en la Secretaría de Educación Pública y Cultura, mediante los cuales han favorecido a cuates, compadres, amantes y desde luego sus familias, violentando el derecho de miles de profesionales de la docencia que sí tienen vocación y capacidad para la enseñanza.

La calidad de la educación en Sinaloa, se ha visto dañada en gran parte por estas concesiones políticas al SNTE, que durante décadas ha dejado de lado su objetivo de defender los derechos laborales del magisterio, para convertirse en una red de operación política que siempre estuvo al servicio del PRI en el régimen de la dictadura perfecta.

Hoy Graciela quien se supone representa la “Transformación” y un gobierno que se autodefine de izquierda, traiciona la confianza del magisterio, incluso de quienes apoyaron en campaña a MORENA, para darle su amor a los rufianes antes descritos.

Para colmo Domínguez Nava, comenzó a actuar de manera facciosa, con un total servilismo a su “mentor”, Feliciano Castro Meléndrez, el actual líder de la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado, amo y señor del Poder Legislativo.

Feliciano decidió deshacerse de los grupos de Morena que tenían presencia en SEPYC, la mayoría de ellos con origen en la disidencia magisterial que se la jugó con MORENA en el 2018 y 2021, y otros del grupo de un viejo rival, Horacio Lora Olivas, quien era subsecretario de educación básica hasta hace unas semanas.

Graciela se inventó un cuento de “Acomodó de plazas” y supuesta corrupción, para despedir a 8 miembros de segunda y tercer nivel en la SEPYC, incluso un par de ellos, eran de “su gente”, pero como Feliciano decidió rechazarlos, no le quedó más remedio a la Secretaria que correrlos, al jefe lo que pida.

Derivado de esa supuesta red de corrupción, la SEPYC ha suspendido el pago a 150 trabajadores, los supuesto beneficiarios, en realidad se trata de personas que llegaron sin tener el visto bueno del SNTE y sus mafias, Graciela pacto con los gangsters de la educación, y les dió un “tributo” para sellar el pacto.

Lo más lamentable fue la reciente declaración de Domínguez Nava, al asegurar que ella y su dependencia podían suspender pagos sin una investigación de por medio, osea, según ella pueden violar la certidumbre jurídica y el derecho al trabajo de personas que su misma administración contrato… Solo por que ella así lo decide.

Unas clases de derechos y una dosis de vergüenza no le caerían mal a la titular de Sepyc. Los sinaloenses tendremos que esperar mejores tiempos para que haya desde el gobierno un verdadero interés por limpiar el sistema educativo, y mejorar la calidad de la enseñanza en Sinaloa. Por lo pronto, toca apechugar.

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