Este lunes 22 de enero, el día cerró con tres homicidios dolosos en la ciudad de Culiacán, uno afuera de un gimnasio, otro afuera de una iglesia, y la aparición de un cuerpo calcinado al sur de la ciudad.
LA CÁTEDRA
Por: Mario Kato
Antes de la captura de Néstor Pérez Salas, alias el “Nini”, jefe de plaza del crimen organizado en la capital sinaloense, la ciudadanía padecía una violencia constante, cuerpos calcinados, desapariciones, feminicidios, robo de autos con violencia, asaltos bancarios…
El Nini fue capturado en noviembre del 2023, a dos meses de su captura, los mismo crímenes siguen azotando la paz de los culichis, la caída de este jefe criminal, no ha servido absolutamente para nada para los ciudadanos de a pie.
Quizá al interior del cártel de los Chapitos, hubo beneficiados, un claro sucesor de sus funciones, personas que ahora ocupan su lugar en los beneficios del lavado de dinero, tráfico de drogas y armas, en las que participaba el ahora preso.
Pero para la sociedad, la situación es la misma, vivimos secuestrados ante la impunidad y el crimen, el ejército inunda nuestras calles para ejecutar misiones que tienen más carácter político que de seguridad, las policías locales están rebasadas y cooptadas por los intereses del narco, y la clase política es afín o hasta parte de eso que se resume en la marca “Cártel de Sinaloa”.
La única buena noticia, es que en la captura de Pérez Salas, no hubo violencia desmedida como la que él mismo coordinó en las dos capturas de Ovidio Guzmán, lo que conocemos como culiacanazos.
La cereza del pastel en este circo de simulaciones en combate al crimen del que la captura del Nini es solo un acto más, se comprueba en que a este criminal no se han fincado cargos de terrorismo, porque eso es lo que fueron los “Culiacanazos”, actos terroristas contra las instituciones de seguridad nacional y la población civil.
Dos incógnitas permean el ambiente, ¿Será extraditado tan famoso personaje?, o peor aún, tendrá la osadía de fugarse de una prisión de máxima seguridad, como lo hizo en dos ocasiones el creador de la organización a la que servía, Joaquín “El Chapo” Guzmán.