La educación pasa por una crisis de paradigma desde por lo menos una década, en México el reflejo de esto ha sido las reformas educativas de 2013 y 2019, la primera con una intención meramente política pero que abrió un hueco que impactó en la calidad de la educación: Los mecanismos de contratación.
LA CÁTEDRA
Por: Mario Kato
Hasta antes del 2013, entrar al sistema educativo sólo era posible por medio de palancas y recomendaciones, el acceso dependía básicamente de las mafias sindicales del SNTE a lo largo y ancho del país, pero con la creación del Servicio Profesional Docente hubo por fin un mecanismo formal y medianamente transparente para ingresar al sistema público educativo.
La reforma del 2019, la de morena sí tiene implicaciones didácticas, pedagógicas que obedecen a las nuevas realidades de la enseñanza y el aprendizaje, lo que han llamado la Nueva Escuela Mexicana es un ambicioso proyecto que busca adaptar el sistema educativo mexicano a los nuevos retos que la revolución tecnológica, la globalización y la posmodernidad han traído a la dinámica escolar.
El problema es que el andamiaje de corrupción administrativo – político sigue intacto, Andrés Manuel hoy negocia con la cúpula del SNTE que en su momento sirvió a Peña Nieto, la de Alfonso Cepeda, no solo eso, hay casos como el de Sinaloa, que la sección 53 está secuestrada por un cacique priísta, Daniel Amador Gaxiola, y hoy lejos de marcar distancia, morena y el gobernador lo apapachan.
No servirá de mucho el impulso teórico de la Nueva Escuela Mexicana, si los espacios laborales siguen llenos de gente incompetente y sin vocación, que son acododados por ser parientes, amantes, ahijados o sirvientes de las mafias educativas.
Además, este andamiaje de corrupción ha creado una discriminación estructural dentro del sistema educativo, el magisterio que no se somete a los intereses de las mafias suele ser marginado, las plazas no se otorgan por experiencia, capacidad o meritos y quien las tiene queda desplazado por recomendados de las cúpulas sindicales.
En resumen, en México y en Sinaloa sigue habiendo maestr@s de primera y de segunda, por el amasiato entre las mafias sindicales y los gobiernos pragmáticos. Eso sin contar a los maestr@s de TERCERA, que son los del sector privado, quienes ejercen sin prestaciones, ni certidumbre laboral en la mayoría de los casos.