Malova también quisó la UAS y no pudo con Cuén, ¿Podrá Rocha?

Malova también quisó la UAS y no pudo con Cuén, ¿Podrá Rocha?

Es verdad, la autonomía es algo muy subjetivo, el autogobierno con las reglas actuales a permitido la hegemonía de un grupo, el que encabeza Cuén, pero por más malo que sea el cuenismo, es una corriente propia de la UAS, su destierro tiene que venir del interior, y siempre será menos malo que tener una universidad sometida a un gobernador.

 

LA CÁTEDRA 

Por: Mario Kato

 

No se trata de que Rocha sea malo, se trata de que subordinar la UAS al gobierno estatal no es sano, ahí está el ejemplo de la Universidad Autónoma de Occidente, que por mucho tiene menor calidad que la casa rosalina, la UdeO fue la agencia de colocaciones de priístas fracasados, excluidos o de los familiares de funcionarios.

Conozco los vicios de la ahora UAdeO porque estudié en ella de 2005 a 2008, en sus aulas conocí a un pequeño grupo de grandes docentes, pero lamentablemente la mayoría era gente sin perfil o vocación, vaya un ejemplo sería la flamante ex diputada Paola Gárate que solo regresó a las aulas porque perdió la reelección.

Insisto es más sano lograr un gran movimiento universitario que le compita las elecciones de consejeros al cuenismo, el cual ya ha sido derrotado en algunas escuelas, que entregar la UAS al gobierno con el pretexto de acabar con un cacicazgo.

La relación de los gobernadores con la UAS este siglo XXI ha sido amarga, Juan Millán fue el único que la gozo al tener en la rectoría a Gomer Monárrez, pero luego vino Cuén, quien en los primeros años tuvo una relación cercana a Jesús Aguilar, para luego consolidar su propia carrera, dejando al gobernador fuera del control universitario.

En 2010, Malova llegó al poder, un hombre completamente ajeno a la vida universitaria, cansado de tener que negociar con el grupo Cuenista, intentó poner un rector a modo en el año 2013. Para ello impulsó al doctor Ambrosio Mojardín (DEP), el control que Malova ejerció sobre los partidos políticos en Sinaloa era casi total, el único que no controlaba era precisamente el PAS.

Este pasaje lo conozco por que me tocó vivirlo como Consejero Universitario de Filosofía y Letras, un lunes de mayo se presentó la quinteta que aspiraban a la rectoría, entre ellos, Juan Eulogio Guerra Liera, apoyado por Cuén y Ambrosio Mojardín impulsado por malova y el anticuenismo.

El miércoles siguiente dos jóvenes activistas de partidos políticos cuyos nombres no mencionaré por respeto, me buscaron para ofrecer una plática con Mojardín; uno de ellos era del PRD, y de una manera respetuosa y cauta, amablemente le dije que no podía reunirme son su candidato, ya que lo justo sería reunirme con los otros cuatro y los tiempos no daban.

Después me contactó un joven del PRI, al mero estilo priísta, me dijo que él me hacía el favor de llevarme con el doctor Ambrosio, para que “negociara” ya qué él sería el próximo rector, con el apoyo de Malova y Chuy Valdés, mis respuesta fue la misma.

Dos días después en la sesión del Consejo Universitario en la que se elegiría el rector para el periodo 2013 – 2017, el Comité de elecciones propuso una terna, depurando a dos de los candidatos, siendo estos Juan Carlos Ayala Barrón y Ambrosio Mojardín.

El candidato de Malova ni siquiera alcanzó a llegar a la votación, su principal impulsor, Guillermo Ibarra hizo un berrinche monumental, y él y Mojardín abandonaron el recinto, furiosos y derrotados.

Quirino jamás se preocupó por tener el control de la UAS, lo suyo fue hacer negocios para su beneficio, hoy su sucesor busca de nuevo tomar la UAS por asalto, la diferencia es que Rocha es hijo de la universidad a diferencia de la Malova y eso le da sin duda un plus.

El tiro está cantado pero el tiempo es limitado, en 2024 viene la lucha por la presidencia, ahí Cuen y Rocha se tomarán nuevamente de la mano para impulsar al candidato de Morena. Esperemos que la noble institución terminé lo menos dañada ante la ambición de estos dos personajes que tanto le deben.

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