Marcelo Pérez, un sacerdote que dedicó su vida a proteger a su comunidad, fue asesinado en Chiapas tras años de enfrentarse a las bandas criminales que operaban en la región.

Pérez no solo era conocido por su labor religiosa, sino también por su activismo social. Durante mucho tiempo, lideró a las comunidades más afectadas por el crimen, utilizando su posición para denunciar las injusticias y luchar contra la opresión ejercida por grupos delictivos en la zona.

A pesar de las constantes amenazas en su contra, nunca dudó en seguir adelante. Organizó movimientos de resistencia y alzó su voz en nombre de quienes no podían defenderse. Esta valentía lo puso en el punto de mira de los criminales, que finalmente lo silenciaron de forma trágica.

Su asesinato ha conmocionado a Chiapas y a quienes lo conocieron. No obstante, su legado persiste en las comunidades que continuarán su lucha por la justicia y en los corazones de aquellos que fueron testigos de su valentía.

Marcelo Pérez no será olvidado. Su lucha en favor de los más desprotegidos y su incansable esfuerzo por lograr un cambio lo han convertido en un símbolo de esperanza y resistencia frente al crimen organizado.