La alimentación consciente es saber qué escoger, cómo cocinar y de qué forma comer los alimentos, para aprender a diferenciar el hambre fisiológica de la psicológica, o lo que es lo mismo, comer por ansiedad.

¿Por qué integrarlo a tu vida?

Aquí nos encanta darte consejos, por eso te compartimos qué debes llevar a cabo para tener una alimentación diaria más sana.

• Evita comer por costumbre y analiza lo que tu cuerpo necesita
• Siente a tu organismo cuando esté satisfecho, así disminuirás las porciones. Te podrás dar cuenta cuando hagas pausas más constantes casi al final de tu comida.
• Prepara platillos atractivos y que te gusten, así comerás despacio, mientras observas a detalle los ingredientes.
• Mejora tu actitud, sin juzgarte, así reducirás la ansiedad. No estás en un concurso para bajar de peso.
• Cuando tengas ataques de hambre, respira profundo antes de abrir el refrigerador. Cambia esos antojos dañinos, por colaciones ligeras
• Bebe un vaso de agua antes de comer, pues esto aumentará la sensación de saciedad.
• Come sentado y sin distracciones. La hora de la comida debe ser un ritual casi sagrado.
• Fomenta una buena relación con lo que comas. Recuerda momentos felices al comer ingredientes que te resultan desagradables.

Lo mejor de esto es aprovechar el mindful eating como un proceso de autoconocimiento para lograr comer mejor y adoptar hábitos saludables, no para bajar de peso rápidamente. Este requiere de tiempo, confianza y disciplina en uno mismo, para controlar la mente en temas de alimentación.

¿Lo intentarías?