Desde el domingo pasado, científicos de la NASA se encuentran habitando un entorno artificial de 158 metros cuadrados que simula las condiciones de vida en Marte.
La NASA, manteniendo su enfoque en Marte como uno de sus principales objetivos, ha dado inicio a una misión especial en la cual cuatro de sus astronautas vivirán en un entorno ficticio que simula las condiciones de vida en el Planeta Rojo durante un año completo.
Desde el pasado domingo y durante el próximo año, Kelly Haston, Ross Brockwell, Nathan Jones y Anca Selariu experimentarán la vida en un hábitat simulado de Marte ubicado en el Johnson Space Center de la NASA en Houston, Texas.
Durante este tiempo, serán objeto de observación y estudio remoto por parte de científicos, quienes no verán el cielo azul de la Tierra, sumergidos en esta experiencia única.
CHAPEA: El equipo de esta misión
Como parte del programa CHAPEA (Crew Health and Performance Exploration Analog), el cual consta de tres simulaciones planificadas de la superficie de Marte, Haston, Brockwell, Jones y Selariu desempeñarán un papel fundamental en la ayuda a la agencia espacial estadounidense para mejorar el diseño y la planificación de futuras misiones humanas en el verdadero entorno marciano.
La Misión 1 dio inicio en la noche del 25 de junio de 2023, cuando los cuatro voluntarios ingresaron al hábitat denominado “Mars Dune Alpha“, una estructura impresa en 3D con una superficie de 158 metros cuadrados.
Durante este período, los científicos permanecerán dentro de la estructura, saliendo únicamente para realizar caminatas ocasionales en “Marte”, dentro de un área adyacente cerrada de 111 metros cuadrados llamada “arenero”.
Esta simulación se extenderá hasta el 7 de julio de 2024.
La tripulación fue cuidadosamente seleccionada para ser “similar a los astronautas”, según explicó Bell. Se requería que cada miembro tuviera un título en uno de los campos STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas), así como experiencia profesional en su área de especialización, experiencia en pilotaje o entrenamiento militar.
Además, todos los integrantes tuvieron que pasar por las mismas pruebas físicas y psicológicas que los candidatos a astronautas para asegurarse de que estuvieran aptos para el programa.
La comandante de la misión es Haston, una científica investigadora especializada en enfermedades humanas.
Brockwell, ingeniero estructural, asume el rol de ingeniero de vuelo de la tripulación.
Jones, con su experiencia como médico de medicina de emergencia, se desempeña como oficial médico, mientras que Selariu, microbióloga en la Armada de los Estados Unidos, ocupa el puesto de oficial científica.
Inicialmente, Selariu había sido seleccionada como miembro suplente de la tripulación, pero sustituyó a Alyssa Shannon, una enfermera con práctica avanzada, antes de que comenzara la misión.
La NASA no ha proporcionado una explicación para este cambio.
Muchos desafíos se presentarán en esta misión
Haston, Brockwell, Jones y Selariu se enfrentarán no solo a la tarea de sobrevivir juntos durante más de un año, sino también a la necesidad de adaptarse a diversos cambios similares a los que una tripulación en Marte experimentaría.
“Lo que CHAPEA busca realmente es simular las condiciones reales de Marte, incluyendo restricciones de recursos como el confinamiento en un espacio reducido”, explicó Bell.
“Además, restringimos a la tripulación a un sistema alimentario similar al utilizado en vuelos espaciales, comunicaciones con retraso de tiempo, horarios específicos para la misión, situaciones de contingencia y otras limitaciones de recursos”.
Durante la simulación en Mars Dune Alpha, habrá un centro de control de misión y una consola de seguridad que estarán operativos en todo momento. Sin embargo, los mensajes enviados desde el hábitat tardarán 22 minutos en llegar, el mismo tiempo que tomaría que una llamada proveniente de Marte llegue a la Tierra.
En cuanto a la alimentación, la tripulación consumirá alimentos liofilizados, termoestabilizados y estables, pero no necesitarán utilizar un inodoro especial, ya que no se simulará la gravedad marciana, que equivale al 38% de la gravedad superficial de la Tierra.
Es importante destacar que la tripulación seguirá el tiempo de la Tierra, contando los días con una duración de 24 horas, en lugar de utilizar soles, que duran aproximadamente 24 horas, 39 minutos y 35 segundos.
A lo largo de este año de simulación, la tripulación de CHAPEA vivirá como si estuvieran realmente en Marte, llevando a cabo las mismas actividades que los astronautas realizarían en el Planeta Rojo.
Recibirán instrucciones del Control de Misión para llevar a cabo investigaciones científicas, realizar tareas de mantenimiento en el hábitat y cuidar de sus cultivos de alimentos frescos.
También deberán enfrentar problemas periódicos e inesperados, para evaluar sus reacciones y respuestas en situaciones desafiantes.
Fuente: GQ