El ministro talibán indicó hace unos días que bajo su mandato, las mujeres afganas podrán estudiar en la universidad, pero las clases mezcladas con hombres quedarán prohibidas, esto por seguir las estrictas reglas de la ley islámica.

Recordemos que el movimiento talibán tomo al país afgano a mediados del mes pasado, días después a ello los talibanes prometieron una serie de acciones y actitudes en pro a la manera de gobernar, principalmente a regir de manera distinta al periodo anterior (1996-2001).

El ministro Abdul Baqi Haqqani en una reunión con hombres mayores, conocida como la loya jirga, señaló: “El pueblo de Afganistán seguirá teniendo educación superior según las reglas de la sharia (ley islámica) que veda las clases mixtas”.

Resaltó que el movimiento talibán busca y requiere “crear un razonable programa educativo que concuerde con nuestros valores islámicos, nacionales e históricos, y por otro lado, sea capaz de competir con otros países”. Los jóvenes, tanto hombres como mujeres, serán divididos en diferentes niveles de educación, esto es algo común de ver por ser un país tan conservador.

Los talibanes buscan avanzar en materia de respeto hacía el derecho de las mujeres, pero solo de acuerdo a su estricta interpretación de la ley islámica.

Personas internas y externas del país se preguntan si las mujeres tomaran un papel diferente como poder trabajar, educarse en altos niveles, mezclarse con hombres; pero la actitud de escepticismo por parte de los talibanes hace crecer la duda si realmente cumplirán las promesas que hicieron ahora que tomaron al país afgano.

Cabe subrayar que en una reunión del domingo 29 de agosto, la loya jirga que mencionamos anteriormente, no se encontraba ninguna mujer, solo estuvieron altos funcionarios talibanes, el ministro solo sostuvo dialogo con estudiantes y maestros varones dijo una estudiante que trabajó en la ciudad universitaria durante el último gobierno.

La estudiante dijo que eso demuestra “la sistemática prevención sobre la participación de las mujeres en las decisiones” y “la distancia que hay entre las palabras de los talibanes y sus acciones”.

En los últimos años, las admisiones universitarias aumentaron de presencia occidental, especialmente entre las mujeres que estudian al lado de los hombres y acuden a seminarios impartidos por profesores de sexo masculino. Pero una serie de ataques en centros educativos en meses recientes, con saldo de decenas de muertos, generó pánico entre la población.

Los talibanes negaron estar tras los ataques, algunos de los cuales fueron reivindicados por el brazo local del Estado islámico.

En el represivo gobierno anterior, los talibanes excluyeron a las mujeres de la vida pública, las diversiones fueron prohibidas y se impusieron terribles castigos como la lapidación a muerte para las adúlteras.

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Fuente oficial de información: El Economista