Vamos a aclarar una cosa antes de iniciar: es claro que es un tema extenso y muy subjetivo, por lo tanto este artículo solo se enfocará en la experiencia de cómo sobrellevar la distancia entre padres e hijos a causa de la situación actual. No se cuestionará ni comentará sobre el tipo de relación que se tiene entre familiares, o sobre la opinión que cada uno tenga acerca de qué es una buena relación de padre-hijo.
Hablando desde la experiencia personal (yo soy padre separado), ser papá estando lejos de tu hijo es un reto por sí solo, pero desde que comenzó la contingencia se ha convertido en una prueba de lo que significa ejercer la paternidad.
Independientemente de la postura que uno pueda tener ante la pandemia, sabemos que las visitas a nuestros hijos se han pospuesto o reducido. La simple idea de ponerlos en riesgo al contagio (o a las personas con las que ellos viven) aunque sea baja, es suficiente para acatar a la prudencia.
Si no podemos abrazar a nuestros hijos debemos de encontrar maneras que nos permitan estar ahí con ellos aunque no estemos juntos. Ahí es donde la tecnología se ha vuelto generosa. Las telecomunicaciones y las redes sociales se han convertido en parte de nuestra forma de expresarnos de tal manera que se nos olvida su uso fundamental: el comunicarnos a distancia.
Es cierto, nunca se va comparar una llamada telefónica a estar presentes. Pero el punto no es sustituir una experiencia con otra, sino existir en la vida del otro incluso cuando no sea de la forma ideal a la que estamos acostumbrados.
Tengamos presente que existen aplicaciones que nos permiten comunicarnos con nuestros hijos de manera directa, tales son los casos de Messenger Kids, Monster Messenger o Just Talk Kids, mensajería instantánea creada para que los niños puedan comunicarse entre ellos y con sus seres queridos. Aplicaciones que se pueden instalar con toda confianza en las tablets de los niños ya que cuentan con monitoreo parental y filtración de contenido inadecuado para su edad.
Y en caso de Messenger Kids, permite la comunicación entre perfiles de Facebook de familiares con los del niño, todo esto claro, con la previa aprobación del padre de familia y con la facilidad de poder ver la manera en que nuestro hijo interactúa con los familiares, y que en caso de ser necesario, puede ser bloqueada la interacción con facilidad. No obstante, nunca está de más recordar que como padres siempre debemos de cerciorarnos de que se le dé el uso correcto a dichas herramientas y que no haya irregularidades en ellas.
Llevo desde que inició la lucha contra el COVID-19 sin ver a mi hijo, no negaré que me muero por abrazarlo, pero no me duele el corazón al estar lejos. Por una simple y fundamental razón: estar lejos no significa estar alejado y eso, estas apps son grandes aliadas.
Por: Jorge Luis Almaral Martínez
Escritor y ludólogo, amante de los videojuegos y las buenas historias.
Colaboración original para www.Tenemosquehablar.com.mx