El 10 de octubre se conmemora el Día Mundial de la Salud Mental, sin duda esta celebración es un recordatorio de la importancia que tiene el mantener sana nuestra mente.

Salud mental es el equilibrio que una persona es capaz de mantener en su entorno social, emocional y psicológico. De ella depende la forma en que nos relacionamos, en cómo enfrentamos la vida, y no hablemos de los sentimientos y emociones, además, es un factor determinante a la hora de tomar decisiones. Y en nuestra vida hay factores que alteran a la salud mental, algunos son más severos que otros y es cuando se convierte necesaria la atención de un especialista.

La depresión está considerada el padecimiento mental más frecuente. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estimaba que para el año 2020 sería la segunda causa de discapacidad laboral después de las enfermedades cardiovasculares.

De igual manera, la Dirección General de Divulgación de la Ciencia, informó en un comunicado que la ansiedad, ocupa el segundo lugar en términos de enfermedades mentales más frecuentes.

Diana Patricia Guizar, académica de la División de Posgrado de la Facultad de Medicina de la UNAM, señaló que existen situaciones que pueden impactar de manera negativa en la salud mental, como tener una enfermedad crónica como diabetes, hipertensión o algún tipo de cáncer, son factores que posibilitan la aparición de algún padecimiento que distorsione la mente.

¿Cómo saber si alguien no es mentalmente sano?

Por lo general, son personas que no se sienten satisfechas al 100% consigo mismas, con baja autoestima, y tienen problemas en más de una área de sus vidas (familiar, laboral, amistad, pareja). Un problema, por sencillo que se vea para algunos, a ellos los abruma; magnifican las situaciones que cualquier persona pasaría por alto y pueden tener explosiones de ira ante pequeños estresores. Explotan mostrando un gran coraje.

La salud mental influye en la capacidad de razonar, de analizar las situaciones y de poder tomar decisiones adecuadas. Si nuestra capacidad de decidir se ve afectada por algún trastorno mental, esto afectará también nuestras relaciones personales.

Si sospechas que alguien cercano o tú mismo padeces algún trastorno mental, el primer paso es pedir ayuda, puede ser con un amigo que te oriente en lo que puedes hacer, o te puedes dirigir directamente con un psicólogo o psiquiatra para que realicen una evaluación y determinar si se trata de una patología mental o algo que los especialistas llaman reacción de ajuste.

“Todos podemos tener un trastorno mental y eso no nos convierte en malas personas o débiles, al contrario, requiere de una importante fortaleza aceptarlo y acudir a tratamiento”

Si estamos mentalmente sano, tendremos las habilidades para llevar mejor la vida aún en esas situaciones complicadas.

Por: Sugey Elenes

Referencias: El Informador