Aunque Puerto Rico es un territorio de Estados Unidos, sus habitantes no tienen derecho a votar en las elecciones presidenciales.
La razón detrás de esta limitación se debe a que Puerto Rico no es un estado de la Unión, sino un territorio. Según la Constitución de los Estados Unidos, solo los estados tienen representación en el Colegio Electoral, el cual es responsable de elegir al presidente. Al no ser un estado, Puerto Rico no cuenta con electores en este sistema.
A lo largo de los años, esta situación ha generado un debate continuo en la isla y en el continente, pues muchos puertorriqueños consideran que su estatus actual limita sus derechos políticos. Existe un movimiento en favor de que Puerto Rico se convierta en el estado 51, lo cual les otorgaría el derecho al voto presidencial y representación en el Congreso de EE.UU.
A pesar de no poder participar en las elecciones presidenciales, los puertorriqueños sí eligen a su propio gobernador y legisladores locales. Además, cuentan con un representante en el Congreso conocido como “comisionado residente”, aunque su capacidad de voto está limitada en el pleno del Congreso. Esto refleja la complejidad de la relación entre Puerto Rico y Estados Unidos.
Este tema sigue siendo objeto de discusiones políticas tanto en la isla como en el continente, y representa uno de los dilemas más importantes sobre los derechos de los territorios estadounidenses. La situación de Puerto Rico sigue en un estado indefinido, mientras su población continúa luchando por una representación plena en el gobierno de EE.UU.