Las gimnastas Simone Biles y McKayla Maroney criticaron duramente al Departamento de Justicia y denunciaron la inacción de autoridades deportivas y el FBI ante casos de abuso, en un testimonio el pasado miércoles en el Senado.
La gimnasta Simone Biles, obligó a Estados Unidos a tomar cartas en el asunto y cuestionar al sistema que permitió que Larry Nassar usará la posición de médico del equipo nacional de gimnasia para abusar sexualmente de ella y otras gimnastas.
Con valentía la campeona olímpica, sacó fuerza para pedir que la Federación de Gimnasia (USA Gymnastics), el Comité Olímpico y Paralímpico Estadounidense y el FBI se hicieran responsables por permitir que Nassar siguiera abusando de ellas a pesar de que ya había denuncias en su contra.
Biles pronunció ante el Comité Judicial del Senado:
“Echo la culpa a Larry Nassar y también echo la culpa a todo el sistema que permitió y perpetró ese abuso. USA Gymnastics y el Comité Olímpico y Paralímpico Estadounidense sabían que estaba sufriendo abusos por parte del médico oficial del equipo”
Por otro lado, Biles también denunció al FBI de haber “dado la espalda” a las gimnastas, ya que la agencia de investigación respondió lenta e inadecuadamente a las primeras acusaciones de abuso sexual contra Larry Nassar, lo que permitió que el abuso se siguiera perpetuando por varios meses más.
Para Biles, “un sistema entero permitió y perpetró” esos abusos contra ella y cientos de jóvenes, que por su edad ni siquiera sabían que Nassar estaba abusando de ellas.
Simone manifestó, y rompió en llanto ante decenas de legisladores:
“No quiero que ningún otro joven deportista olímpico o ningún otro individuo sufra el horror que yo y que otros cientos han soportado y continúan soportando hasta hoy”
Durante la audiencia en el Senado, Biles estuvo acompañada de otras tres gimnastas que también sufrieron los abusos del exmédico del equipo nacional, entre ellas se dieron ánimos cogiéndose de la mano o intercambiando miradas de apoyo.
“Pensaba que iba a morir esa noche…” Testimonios
Una de las gimnastas, McKayla Maroney, relata que empezó a sufrir los abusos con solo 13 años, y narró un incidente que sufrió en 2015 en una habitación de hotel en Tokio y en el que llegó a temer por su vida.
“Esa noche estaba desnuda, completamente sola, con él encima abusando de mí durante horas. Le dije al FBI que pensaba que iba a morir esa noche, porque él no me iba a dejar ir. Pero lo hizo”, narró McKayla.
Mientras leía su testimonio desde el teléfono, con voz firme y visiblemente indignada, dijo que Nassar incluso la agredió en los Juegos Olímpicos de Londres de 2012 antes de que ganara una medalla de oro.
Los abusos de Larry Nassar eran continuos y tuvieron consecuencias para la carrera de algunas gimnastas, tal es el caso de Maggie Nichols, quien fue la primera deportista en activo que denunció los abusos a la Federación de Gimnasia estadounidense y quien después no volvió a ser seleccionada para el equipo olímpico. Nichols dijo:
“Para cientos de supervivientes de Larry Nassar, esta audiencia es nuestra última oportunidad de conseguir justicia”.
Aly Raisman, por su parte, narró el impacto que los abusos han tenido en la vida de las deportistas. Y contó que pasa de entrenar al máximo nivel durante siete horas al día a tener que sentarse en la ducha para poder lavarse el pelo porque no tenía suficiente energía para estar de pie.
Negligencia del FBI… y se disculpan
El pasado julio el Departamento de Justicia reveló en un informe interno, graves errores dentro del FBI que lograron que la investigación se quedara estancada durante meses.
Horas antes de la audiencia de ayer, medios locales comunicaron que el FBI había despedido al agente Michael Langeman, quien era uno de los encargados de supervisar la investigación en torno a Nassar; y mintió al Departamento de Justicia durante la investigación interna.
La investigación reveló que, en 2015, mientras las gimnastas denunciaban los abusos, el jefe de la oficina del FBI en Indianápolis, Jay Abbott, ahora jubilado, estaba en conversaciones con el entonces presidente de la federación de gimnasia Steve Penny sobre un trabajo en el Comité Olímpico, algo que al final no sucedió.
El director del FBI, Christopher Wray, quien también estuvo el miércoles ante el comité del Senado y pidió disculpas a las supervivientes de los abusos, y afirmó:
“Quiero ser muy claro: las acciones y las inacciones de los empleados del FBI fueron totalmente inaceptables”.
Larry Nassar, abusó de más de 330 jóvenes, cumple una condena de entre 40 y 175 años sumada a otra de 60 años por pornografía infantil, una cadena perpetua de facto.
Recibió sus condenas entre diciembre de 2017 y febrero de 2018, en unos juicios que coincidieron con el estallido del movimiento #MeToo.
Fuente de información: El Universo