En el mes de abril se registraron 3 feminicidios en todos los principales sospechosos tienen vínculos afectivos con la víctima, en 3 días de mayo ya se registró el primer ataque a un mujer, también por su pareja.

LA CÁTEDRA 

Por: Mario Kato

Durante la primer década en que el concepto de Feminicidio surgió para visibilizar la violencia sistemática y estructural contra las mujeres que en muchos casos cobra vidas, hubo una enorme resistencia de los gobiernos para aceptar cambios en la procuración de justicia.

Se aferraban a negar la realidad que los sobrepasaba, mantenían a gente sin perspectiva y vocación en instituciones sensibles desde las cuales se combate la violencia contra las mujeres.

Hoy ese factor está superado de alguna manera, el gobierno Rubén Rocha creó la Secretaria de la Mujer, lo cual implica mayor presupuesto y relevancia para dicha dependencia.

Además la cereza en el pastel es que la titular de la Secretaria de la Mujer es la representante más icónica del activismo a favor de las damas, una feminista y abogada, con perspectiva de género, con experiencia y vocación, María Teresa Guerra Ochoa, mejor conocida como Tere Guerra.

Cómo complemento coyuntural, Sinaloa tiene por primera vez, una mujer al mando de la procuración de Justicia, la Fiscal General, Sara Bruna Quiñónez.

Sin embargo, la crisis de feminicidios sigue vigente en el estado, hay que recordar que en 2017 se activo una “Alerta de Género” cuyo impacto no se ve en resultados por ningún lado.

Tenemos a dos mujeres con poder e influencia para encabezar el combate a la violencia contra las mujeres, pero no se ve su influencia, los resultados siguen siendo alarmantes.

Peor aún, hace un mes amabas funcionarias quedaron exhibidas con el caso de Aimeé Johana, por un lado la Fiscal demostró una sospecha prisa por descartar Feminicidio, y por otra lado Tere Guerra ya no le movió al asunto.

Claro que ambas funcionarias no pueden ser completamente responsables del problema, pero es desalentador que ni ellas mismas están defendiendo su causa, que podemos esperar del resto del gobierno que seguramente tiene una misoginia interiorizada.